Xtranamnt

Hipnotizante siempre ha sido el fijo mirar de un punto estático que se mueve al ritmo del violín, no necesito mucho para sonreír, sé que no puedo borrar el mundo con mis manos, solo para poder encontrar un lugar dónde pueda verme como soy. Pero si sé que puedo olvidarme de todo por siempre y viajar intensamente a través de mi mente y así por fin encontrarte allí.

¿Y qué significa escribir?, aun no he llegado a esa cuestión, aun no sé que pueda significar, y después de todo es lo que tengo en este momento, y no sé si pueda estar sin ti, o sin mí, o sin nada. No necesitar nada es peor de lo que imaginaba, todavía continuó mirando por la ventana, pero el tiempo ya no pasa, aunque todos creen que si lo hace. Entre reformas y estados financieros, entre menos horas de trabajo, y la disminución de mis derechos ciudadanos, yo sigo mirando el abismó que comienza a ser visible por la ventana, esa ventana que no he dejado de mirar en días, o tal vez años, o quizás solo han sido segundos, ¿Pero quién cuenta el tiempo?.

El sonido de los aviones se ha desvanecido, y ahora ni siquiera mi respiración es audible, no necesito mucho, ya no me interesa el francés, ni tampoco el ingles, no me interesa la luz, ni siquiera la oscuridad, la nada se apacigua a mi alrededor, y comienzo a desdibujar los objetos cotidianos, ya la computadora no esta, y el televisor no se escucha, el aire ya no enfría y sin embargo comienzo a congelarme, y no sé si es por el frío de esta habitación o porque sentir ya es irrelevante, y ni los días nublados son importantes, se ha ido mi celular y con el mi cama, mi hogar… Mi cuadro de un mono jugando al fútbol. Mi computadora ya no enciende, el jugo de durazno ya no sabe a durazno, mis otros escritos se han desvanecido, palabra por palabra, y ya ni wipi el perro que siempre desee tener volverá, no necesito tener mucho para permanecer acá. Ya los columpios no me atraen, el olor a tierra mojada ya no esta más, el atardecer de Barquisimeto también se ha ido, ya no hay suelo donde permanecer acostado escuchando música, solo hay un estado de coma, inercia absoluta, pero no necesito mucho para estar bien.

Ya ni siquiera hay dolor, todo se ha ido, todos se han ido, y la ventana comienza achicarse, a perderse en si misma, el abismó que se lo ha tragado todo. Y no me importa estar solo, yo continuó aquí sin moverme, ya ni cuerpo tengo pero no por eso dejo de ser lo que soy, no por eso huyo de aquí, no necesito mucho para ser feliz, tengo mis pensamientos y con eso es suficiente.

Pero no sabes como me gustaría tenerte a ti. Solo allí, solo así, lo demás puede huir, no necesito mucho para sonreír, solo verte a ti feliz.